Mis
padres hace 3 años que habían llegado desde Santiago a Viña del Mar, mi padre Francisco Javier Vio
con 35 años, y mi madre Sara Salvo de 30 años, ya con dos hijas tuvieron la gran
sorpresa de que tendrían una nueva hija, esta gran noticia que conmovió al
resto de la familia fue recibida muy a gusto por todos, la que cambio para siempre las vidas de mis padres.
Todo
comenzó una mañana de un 28 de noviembre de 1992, el sol resplandecía sobre la
ciudad jardín y la rica brisa marina incentivaban a las personas al tranquilo
trote por la costa, a las salidas en bicicleta o la “clásica” caminata costeras.
Era una típica mañana de primavera a pocos días de que llegara el esperado
verano. Hasta ahora todo ha sido normal pero para mi familia en especial su
mañana empezó muy distinta a todas las otras, donde las salidas matutinas no
fueron parte de la rutina, sino algo muy distinto a todo esto.
La
mañana en que Sara , a la que hasta ahora después de 21 años me dirijo
hacia ella como mamá , o en situaciones más cariñosas más bien más “mamonas”,
ósea en la mayoría de las veces le
agrego el “mamita”, “mamita linda ” ,“madre querida”, y una serie de adjetivos con
los cuales adorno el tan simple nombre “mamá”, se encontraba durmiendo como una
feliz embarazada de siete meses junto a mi
papá , de repente ocurrió lo inesperado. A la altura de las 6 AM mamá se despertó de un salto tras un fuerte
dolor de ovarios , preocupada por esto, despierta a papá y le dice que siente
muchas molestias, en eso es cuando se para de la cama y se da cuenta que algo
no estaba bien, claramente la decisión fue inmediata y partieron a la clínica de
Reñaca, llegando allá todo estaba claro, era el momento que naciera. Durante el
parto mamá lo pasó muy mal, ya que ambas corríamos riesgos, debido a mi adelantado
nacimiento, claramente fue una sorpresa para todos; siempre desde chica me ha
gustado las fiestas sorpresas y darle
sorpresas a las personas; esta claramente no era la excepción y mi llegada sin
duda les tomó a todos por sorpresa, más aún al darse cuenta que mi nacimiento estaba
en complicaciones, ya que, mis
continuos movimientos hiperquinéticos provocaron que el cordón umbilical se enrollara en el cuello, por lo que tuvieron
que optar por el plan B, el nacimiento debía ser por cesárea.
Tras
el miedo y la incertidumbre de qué pasará, todo se tranquilizó, mamá estaba
mejor, papá más tranquilo, y yo ya me encontraba en perfectas condiciones, tras
esto empezó a llegar la gente hermanos, tíos amigos, abuelos, etc., la clínica
se llenaba de regalos y globos por toda la habitación. La sorpresa de todos fue que al verme se
dieron cuenta de lo pequeña e impresionantemente blanca que era , y los ojos con forma de gatos que tenía, que más tarde adquirirían un color verde, quien se iba a imaginar que me convertiría en una
persona inquieta, gritona y muy extrovertida. Mi hermana mayor Carla, dice que
mi llegada inesperada fue producto de la gran ansiedad que había, contaban
meses, semanas, días y horas para que naciera, quizás exageraron un poco con la
historia, pero lo que no dudo es que yo era la
novedad, mi mamá después de 8 años que no tenía un hijo y por lo tanto
era “la guagua” todo giraba en torno a mí, era la princesita de la casa, la
regalona de mi mamá y de mi papá.
Después
de un año y medio llega una nueva
integrante a mi casa y de un día
para otro la familia se agrandó, nació mi hermana Valentina con la cual
brotaron todos mis celos, por lo que mis variados intentos de llamar la
atención no tardaron en aparecer, además con lo hiperquinetica que soy nunca me
quedaba tranquila, día tras día me las ingeniaba para hacer algún plan para
llamar la atención, mi mamá cuenta que en esa época yo estaba con andador y
corría de un lado para otro, no me podían dejar sola. Al paso del tiempo mi hermana
menor se convirtió en mi "partner", mi confidente, ya que ahora mis
planes eran de dúos y el desorden ya no era solo mío, sino que de ambas, cada
juego de barbies, de tomar el té o simplemente dar vuelta el baúl de los
juguetes por el solo hecho de hacer algo, generaban desorden, mi “santa madre”
era la que estaba tras nosotros y ordenaba , poniendo cada cosa en su lugar.
Por suerte que la mayoría de mi tiempo pasaba en el jardín cerca de mi casa, al cual iba muy a gusto y lo pasaba muy bien con todos
mis amigos. Adoraba las salidas del jardín camino
a mi casa, ya que, mi madre decía que era
mágica y que prepararía un rico té con sus poderes mágicos, que luego al
llegar me impresionaba al darme cuenta
que todo se cocinó por arte de magia, una rica barrita de “chewi”
que no podía faltar y mi rica y caliente mamadera de leche chocolatada,
formaban un té perfecto y mágico,ya que
no entendía cómo se preparaba solo y estaba listo a mi llegada.
Al pasar el tiempo mis padres se dieron cuenta de
que era momento de entrar al colegio y tras buscar colegio tras colegios,
ingresé al Colegio Albamar, entré a kínder y encontraba que todo era magnífico,
tenía unos juegos espectaculares, en realidad eran muy simples , pero para mí
era algo fantástico que junto a mis amigas los disfrutábamos mucho. Pase toda mi
vida escolar en ese establecimiento, donde el estudio nunca fue lo mío, es más,
disfrutaba ir al colegio pero solo por mis amigas, ya que cada recreo realizábamos nuevas travesuras y nos
divertíamos mucho. Es aquí donde encontré grandes amistades que conservo hasta
el día de hoy, donde me acompañaron en todos mis momentos, se preocuparon de
cada problema que pudiera tener y me ayudaron ante cualquier dificultad al que
me enfrentaba.
Soy
una persona que me gusta estar rodeada de hartas personas, me gusta tener a
gente cerca, ya que no me considero un persona solitaria. Las profesaras muchas
veces me sentaron sola debido a que me sentaran con quién me sentaran, conversaba de una manera impresionante lo que provocaba en la mayoría de los casos la desconcentración de
mi curso, además de mis constantes paseo por la sala de clases provocó que más
de una vez me echaran de la sala. Esto
de ser hiperquinética me perjudicó mucho, primero por los constantes retos de
mis profesoras , pero también por los innumerables accidentes que tuve, era año tras año que me sucedía
algo, si no era porque me esguinsaba un
dedo jugando vóleibol, tenía las rodillas peladas por alguna caída corriendo en
atletismo. Desde que estuve en el jardín sufría accidentes, uno de ellos fue mi
gran caída del camarote, del que me caí de cara al suelo de cemento, recuerdo que
pegué un gran grito y mi mamá me llevó a la clínica, estaba muy asustada no
recuerdo muy bien cómo fue todo, pero lo que sí me comentan ,que se pegaron un gran susto con mi caída. Pero
en mi época escolar también recuerdo que vivía
en un edificio, donde en invierno la piscina estaba vacía y no encontré nada mejor
que andar por alrededor de la piscina en bicicleta, pero esto no terminó bien,
ya que perdí el equilibrio, lo que produjo que mi muñeca se quebrara y se me
hiciera un gran agujero en el mentón, ,terminando en la clínica con yeso y puntos. Llegando al
colegio damnificada, todas mis compañeras, en ese momento de segundo básico, se asombraron por mi
situación, desde ese día la piscina fue mi enemigo principal, pero no esperé
mucho para reconciliarme con ella, cuando al año siguiente el día de mi primera
comunión jugando con mis amigos del edificio
y primos, pasó lo inesperado, corrí por
al lado de la piscina y sin darme cuenta caigo a la piscina quebrándome nuevamente la muñeca, pero en este caso era la otra,
provocando el asombro nuevamente de mi curso por mi complicada situación . Mi
madre sufría mucho por mis caídas era algo del día a día, donde por ser quizás
un poco acelerada ,nunca terminaba bien.
Yo
me entretenía mucho con mi hermana chica Valentina, que lo hago hasta el día de
hoy, ya que las mayores, María José, la “cote”, y la Carla eran muy grandes y
teníamos mucha diferencia de edad, no nos pescaban mucho, sólo jugábamos de vez
en cuando con la Carla, que era la segunda, y
recibimos constante retos de la cote por desordenar su pieza, pero
también nos divertíamos derreénte con ella. Con la vale nos ingeniábamos
para crear un juego nuevo en las tardes, como bailar y crear coreografías,
además nos las dábamos de peluqueras y vendedoras, donde simulábamos una situación
inventada por nosotras, pero no todo era paz y armonía, ya que en más de una
ocasión terminábamos nuestros juegos en peleas y de repente podíamos llegar hasta a los golpes, y casi siempre éramos
separadas por mi mamá o hermanas mayores,
lo que siempre terminaba en discusiones, provocando mi furia, porque al
ser yo la mayor siempre el reto caía en mí. Mi papá no se metía mucho en las
discusiones, ya que de lunes a viernes trabajaba en Santiago, donde el viernes
lo esperábamos ansiosas, ya que la mayoría de las veces llegaba con un regalo
para nosotras, es por esto que los sábados y domingos eran sagrados para mi
familia, almorzábamos todos juntos y teníamos los clásicos paseos matutinos ,a
la tan clásica plaza que queda en la avenida Perú, donde no había mejor panorama
que ese, que muchas veces era la condición de los domingos, que si no nos
portábamos bien en misa no tendríamos barquillos, por lo tanto , no iríamos
a los juegos.
Éramos
seis en la familia, nadie se esperaría que en el 2001 tuviéramos una nueva noticia,
un nuevo integrante llegaría, y esta vez sí que era la gran sorpresa, sería un
hombre rodeado de puras mujeres, a este nuevo hermanito mi mamá le puso
Benjamín. Su nacimiento fue muy esperado
por mí, debido a que era algo distinto, ya que no recuerdo cuando nació mi
hermana y ahora me sentía más grande y
con una responsabilidad sobre alguien. Su nacimiento cautivó a toda la familia, mis hermanas estaban muy ansiosas, y yo solo
esperaba tenerlo en mis brazos. Tras el tiempo Benjamín se convirtió en el
travieso, el que le sacaba más de una cana verde a alguien, donde teníamos que
esconder cada cosas para que él no se metiera en ellas, no lo podíamos dejar
solo, teníamos que estar pendiente todo el rato de él. Es por eso que también
se convirtió en el regalón de todas, para mi hermana y para mí era como una
nueva muñeca, le cantábamos le bailábamos, ahora teníamos un público a quién
mostrarle nuestras coreografía, le enseñábamos trucos en la bicicleta y juegos
que hacíamos de chicas. De un día para otro mi papa´ dejo de ser el rey, ya que un nuevo integrante iba a ocupar su lugar
y este fue mi hermano Benjamín.
Al
paso del tiempo mis amistades en el colegio se hicieron cada vez más fuertes y
mi grupo de amigas creció cada vez más, se nos venía la época escolar encima y la
universidad estaba cada vez más cerca, la llamada PSU se instalaba como tema
entre mis conversaciones, y la pregunta que se ponía en cada compañera cada
vez se hacía más presente en mi ¿Qué estudiaré? Trataba de evitar el tema, ya
que no estaba segura de qué hacer, miles de cosas se me ocurrían, algunas me decían
que estudiara periodismo, por mi constante interés por la farándula chilena, o
por estar siempre con la última noticia del día, mi papá me decía que ingeniería
podía ser lo mío, pero las matemáticas no era lo que más me apasionaba. El
tiempo avanzó y mi pregunta no tenía respuesta, llegando a cuarto medio la presión
de sacar un buen puntaje se me vino encima, por lo que tomar un profesor
particular fue mi primera opción, pero pensaba que tenía que dar esa prueba y
aún no sabía que estudiar. Durante una jornada en el colegio nos tocó dar una
charla de acuerdo a una virtud, yo me ofrecí a hacerlo y me asignaron primero básico.
Disfruté mucho haciendo la charla, quería ofrecerme de nuevo para hacerla en
otro curso, y acá es cuando me di cuenta que enseñar era lo mío. No pensé más,
ya tenía la respuesta, yo quería ser profesora para enseñarles a los niños. Llegó
fin de año, con él una inmensa nostalgia, ya que cerraba una parte importante
de mi vida, una de las más importante para mi gusto, donde construí lazos de
amistades muy grandes con mis compañeras, y además con profesoras que me
enseñaron valores y me mostraron que es lo que está bien y qué cosas no. Toda mi vida estuve en ese colegio, y ya era parte de
mi historia, en él pasé buenos y malos momentos.
Junto
con la nostalgia, por ser una persona muy nerviosa llegó un inmenso
nerviosismo en mí, ya que daría la esperada prueba, pero además porque entraba a un nuevo mundo, que
era la universidad. Acá debía tomar mis decisiones,
y además lo que estaría haciendo sería para mi futuro, a lo que me dedicaría por
el resto de mi vida .Pasó el verano y el ingreso a la universidad se vio
cercano, comenzaba una nueva etapa de mi vida, donde dejé atrás el delantal y el
uniforme y el miedo se apoderó de mí, preguntándome si esto sería realmente lo mío,
o sí haría nuevas amigas. Me sentí experimentando mi primer día de clases en un
colegio, nunca tuve esa experiencia, ya que permanecí durante toda mi vida en
el mismo colegio, por lo tanto esto era algo nuevo para mí. Al paso del tiempo me di cuenta que esto era lo mío,
conocí a nuevas amigas, por lo tanto mi círculo de amistades era cada vez
mayor. Creo que cada cambio es bueno, este cambio me ayudó a ampliar mi
mentalidad y crecer mucho más como persona.
A los
18 entré a la universidad Andrés Bello como estudiante de educación general básica,
actualmente estoy en tercer año de mi carrera, donde el próximo año cursaré el último.
Cada día que pasa siento que ser profesor es
lo mío, y tengo la necesidad de querer contribuir cada día en la educación de Chile, yo creo que lo lograré. Me defino como una adolescente que lucha por lo
que quiere, soy gritona, chillona y
extrovertida, donde me gusta hacerme escuchar, puedo pasar horas hablando de un
tema y más aún si se trata de mi familia,
soy una persona que le gusta estar rodeado de gente y odia estar en una vida solitaria,
mis amigas son algo fundamental para mi vida. En un futuro me veo como una profesora
que sigue sus ideales, que cree que siempre es fundamental actuar de manera
correcta y coherente, aunque no siempre me beneficie.
Escribí
mi autobiografía con el fin que me conocieran
más y se dieran cuenta de qué manera me
comporto que es lo que me gusta hacer y cómo me defino como persona. Además para incentivar distintas personas a compartir distintas experiencias que han vivido a lo largo de su vida.
En su producción releva aspectos de su vida, que marcaron la de otros y los propios, lo que permite visualizar rasgos de su personalidad.
ResponderEliminarLa felicito por las ganas que tiene de cooperar con la educación en nuestro país. Los niños necesitan calidad.
Ud. tiene muy buena memoria de largo plazo para retener conceptos, la insto a que lea y se proponga escribir habitualmente así su cooperación será mas importante aún.
Los aspectos formales de su creación se evalúan en la rúbrica.